La madera es uno de los materiales más utilizados en la construcción y decoración de espacios al aire libre debido a su belleza y versatilidad.

Sin embargo, para que la madera resista las inclemencias del tiempo y se mantenga en óptimas condiciones, es esencial aplicar un tratamiento para proteger la madera exterior de manera adecuada.

En esta guía, descubrirás los mejores métodos para proteger la madera de exterior. Prolongando su vida útil y manteniendo su atractivo natural frente a la exposición a la intemperie y otros factores adversos.

Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber para cuidar y preservar la belleza natural de tus estructuras y muebles de exterior.

Mantén tu madera en excelentes condiciones y disfruta de su encanto durante años.

Características de la madera de exterior

La madera de exterior presenta unas propiedades específicas que la hacen adecuada para su uso en espacios al aire libre, donde está expuesta a diversas condiciones ambientales.

Algunas de las principales características de la madera de exterior son:

  • Resistencia a la intemperie: La madera de exterior debe ser capaz de resistir la exposición a la lluvia, la humedad, la radiación solar y los cambios bruscos de temperatura sin deteriorarse prematuramente.
  • Durabilidad: Es importante que la madera utilizada en exteriores sea resistente a la descomposición, el ataque de insectos y otros agentes biológicos, lo que garantiza una vida útil más prolongada.
  • Estabilidad dimensional: La madera de exterior debe ser relativamente estable y no sufrir deformaciones significativas debido a los cambios en la humedad y la temperatura ambiental.
  • Resistencia a la deformación y al agrietamiento: Para proteger la madera de exterior, debemos tener una estructura interna que minimice la aparición de grietas y deformaciones a lo largo del tiempo.
  • Baja absorción de agua: La capacidad de absorción de agua de la madera de exterior debe ser reducida para evitar el hinchamiento excesivo y la pérdida de sus propiedades mecánicas.
  • Resistencia mecánica: Es importante que la madera de exterior tenga la resistencia adecuada para soportar cargas y esfuerzos asociados con su uso en estructuras o muebles.
  • Apariencia estética: La madera de exterior suele ser apreciada por su belleza natural y variedad de tonos, lo que contribuye a la estética de los espacios al aire libre.
  • Facilidad de tratamiento: Para prolongar su vida útil, debe ser susceptible de recibir tratamientos para madera exterior como pinturas, barnices, aceites o selladores que mejoren su resistencia y apariencia.

Estas características hacen que la madera de exterior sea una elección popular para terrazas, porches, pérgolas, muebles de jardín y otros elementos que necesitan resistir las condiciones del entorno al aire libre.

No obstante, para garantizar su durabilidad, es fundamental proteger la madera exterior y aplicar el tratamiento y mantenimiento adecuados, como explicaremos, más adelante.

Tipos de madera exterior según la durabilidad

Las diferentes especies de madera varían en su durabilidad natural frente a los agentes biológicos y las condiciones ambientales.

A continuación, agrupamos cuatro categorías principales de madera según su durabilidad:

Madera duradera

Esta categoría incluye especies de madera altamente resistentes al ataque de insectos y hongos, lo que les permite tener una vida útil prolongada, incluso en condiciones de exterior, sin necesidad de tratamientos químicos. Ejemplos de maderas duraderas son el cedro, la teca, el ipe, el roble y el ciprés.

Madera semiduradera

Estas maderas tienen una resistencia intermedia y pueden ser utilizadas en aplicaciones de exterior. Generalmente, requieren algún tipo de tratamiento para aumentar su durabilidad. Algunas maderas semiduraderas son el pino tratado, el roble americano y el abeto.

Madera poco duradera

Estas especies de madera son más susceptibles al ataque de insectos y hongos, lo que reduce su vida útil en condiciones de exposición al exterior. La madera de pino sin tratar, por ejemplo, se clasifica como poco duradera.

Madera no duradera

Estas maderas tienen poca resistencia natural y son altamente susceptibles al deterioro causado por los agentes biológicos y las condiciones climáticas. Ejemplos de maderas no duraderas son el álamo, el abedul y el chopo.

Es importante tener en cuenta que la durabilidad de la madera también puede variar según su origen geográfico y las condiciones locales.

Para prolongar la vida útil, se pueden aplicar tratamientos para proteger la madera exterior, como la aplicación de selladores, barnices, pinturas o tratamientos químicos, especialmente en maderas consideradas semiduraderas o menos duraderas.

mantener madera exterior

Cómo proteger la madera de exterior

Limpiar y tratar la madera de exterior es esencial para mantener su belleza y durabilidad a lo largo del tiempo.

Como te hemos prometido, aquí te presentamos una guía básica sobre cómo limpiar y proteger la madera exterior:

Preparación previa

Realizar una limpieza regular para eliminar el polvo, la suciedad y los residuos que se acumulan en la superficie es fundamental para limpiar la madera de exterior. Se aconseja usar un cepillo para eliminar los restos de hojas, polen u otros residuos.

Limpieza con agua y jabón suave

Para una limpieza más profunda, mezclar agua tibia con jabón suave y lavar la madera con un cepillo de cerdas suaves. Se recomienda evitar el uso de limpiadores agresivos que puedan dañar la madera o su acabado.

Evita el uso de limpiadoras a presión

Aunque las limpiadoras a presión son efectivas para limpiar superficies, evita usarlas para limpiar la madera de exterior, ya que la presión del agua puede dañar la fibra y causar grietas.

Elimina las manchas

Si hay manchas de grasa, aceite u otros materiales en la madera, hay que limpiarlas lo antes posible para evitar que penetren en la madera. Para ello, se pueden usar productos absorbentes como talco o almidón de maíz para absorber las manchas aceitosas antes de lavar con agua y jabón suave.

Tratamientos protectores

Aplica un tratamiento para madera exterior para preservar la madera de los efectos del sol, la humedad y los insectos. Existen diferentes opciones, como aceites, barnices y selladores especiales para madera de exterior.

Asegúrate de elegir un producto adecuado para el tipo de madera y su uso específico.

Reaplicación periódica

Los tratamientos para proteger la madera exterior se desgastan con el tiempo debido a la exposición al clima y la luz solar.

Es importante replicar el tratamiento según las instrucciones del fabricante y las necesidades específicas de la madera, generalmente cada uno o dos años.

Proteger la madera del suelo

Si la madera está en contacto directo con el suelo, como en postes o estructuras, es aconsejable utilizar bases de metal o bloques de hormigón. De esa manera, puedes evitar la absorción de humedad del suelo y reducir el riesgo de que la madera se pudra.

Evitar la acumulación de agua estancada

Los muebles y estructuras de madera deben tener una buena inclinación para evitar la acumulación de agua estancada. Visto que, la acumulación de agua podría acelerar el deterioro de la madera.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener la madera de exterior en excelentes condiciones, protegiéndola de los elementos y prolongando su vida útil para disfrutar de su belleza natural por muchos años.

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