El acero inoxidable es un tipo de acero, una aleación de hierro y carbono en la que se incorpora cromo que, por encima del 10,5% en solución, genera una capa protectora de óxido de cromo que confiere a estos aceros el que sea inoxidable y que tenga una gran durabilidad.
En definitiva, el acero inoxidable es, por su composición, un material resistente a la corrosión que no necesita ningún elemento adicional para garantizar su durabilidad. Lo único que requiere es llevar a cabo, con regularidad, un mantenimiento y limpieza para mantener la superficie de acero inoxidable en buenas condiciones y que no se vea afectada ni su apariencia estética ni su resistencia a la corrosión.
Principales ventajas del acero inoxidable
Entre los beneficios más destacados del acero inoxidable podemos encontrar los siguientes:
- Alta resistencia a la corrosión.
- Alta resistencia mecánica ya que es inalterable y resistente a los golpes.
- Apariencia y propiedades higiénicas ya que su estructura está libre de poros, por lo que es muy apreciado en el sector de la restauración y la hostelería.
- Resistencia a las altas y bajas temperaturas así como a los ácidos.
- Buenas propiedades de soldabilidad, mecanizado, corte, doblado y plegado.
- Bajo coste de mantenimiento.
- Reciclable 100% ya que todos los accesorios desechados se utilizan para fabricar nuevos productos de la misma calidad. Por lo que se puede decir que es un material ecológico.
- Es un excelente conductor de calor.
Consejos para limpiar el acero inoxidable
Como ya hemos comentado, el acero inoxidable es un material cuya superficie es lisa y su estructura no es porosa, siendo especialmente apreciado por sus propiedades higiénicas. Solo necesita una limpieza fácil y sencilla.
Sin embargo, si no se realiza una correcta limpieza diaria, el acero inoxidable puede perder el brillo y mancharse. Vamos a ver cómo conseguir unas superficies resplandecientes, libres de acumulación de grasa, con estos sencillos cuidados:
Mantenimiento diario
Este tipo de limpieza no requiere de esfuerzo y, sobre todo, se lleva a cabo en un momento. Tan solo necesitas agua caliente, un jabón especial para este tipo de superficies, una esponja y un paño para secar.
Recomendamos seguir la dirección de las vetas del acero cuando se realiza la limpieza. De esta forma, evitas que en la superficie queden restos de agua.
Limpieza de manchas y marcas
Pese a la limpieza diaria del acero inoxidable, hay veces que queda alguna mancha o marca que requiere de una limpieza más profunda. En estas situaciones, lo más recomendable es utilizar un limpiador específico para la grasa (antigrasa) y un cepillo de cerdas finas (puede ser un cepillo de dientes que no uses).
En caso de manchas más persistentes, que no se quiten con este truco, puedes añadir bicarbonato de sodio con agua hasta obtener una pasta. Déjalo actuar sobre la zona manchada durante 30 minutos, aproximadamente, y después aclara con una bayeta húmeda y déjalo secar.
Las manchas de pintura se pueden tratar con quita-pinturas alcalinos apropiados o que contengan disolvente.
Para las manchas de té y café utilizar bicarbonato de sodio y agua caliente. A continuación, limpiar con agua y un poco de jabón y aclarar con agua caliente. Por último, pasar un paño seco para quitar los restos de humedad.
Los restos de cal se pueden eliminar con una solución de vinagre al 25%. Después aclarar bien y aplicar un poco de jabón con agua caliente y aclarar.
Limpieza de manchas de mortero y cemento
En ocasiones, tras una reforma integral o cambios en la instalación de nuestras cocinas, podemos encontrar pequeños restos de mortero y cemento que hay que quitar. En estos casos, se recomienda acudir a empresas profesionales de limpieza que ofrecen productos especiales para este tipo de superficies.
Se puede hacer una limpieza industrial de acero inoxidable con una solución que contenga una pequeña cantidad de ácido fosfórico. Nunca se debe utilizar quita mortero ni ácido clorhídrico en este tipo de superficies.
Qué debes evitar al limpiar el acero inoxidable
Si quieres evitar daños cuando realizas una limpieza de superficies de acero inoxidable debes huir de los productos siguientes:
- Limpiadores en polvo: no son recomendados porque pueden contener agentes dañinos para el material.
- Estropajos ya que pueden rayar la superficie que deseas limpiar. Se debe evitar también el uso de rascadores duros o cuchillos
- Limpiadores con cloro: son productos altamente abrasivos para el acero inoxidable.
Cómo proteger el acero inoxidable
Con el paso del tiempo puede ocurrir que el acero inoxidable, sobre todo en la maquinaria industrial pierda brillo. A continuación te explicamos lo que debes hacer para recuperar el brillo inicial y proteger el acero inoxidable:
- Cera especializada para acero inoxidable: son muy fáciles de usar y muy efectivas. Debes seguir las indicaciones del fabricante para su utilización.
- Aceite de oliva: aplicar una pequeña cantidad de aceite sobre un trapo seco. A continuación, pasarlo por toda la superficie siguiendo la dirección de las vetas del acero. Dejar actuar por unos minutos y después retirar con papel absorbente de cocina. También puedes utilizar aceite para bebés.
Sigue estas recomendaciones para garantizar una limpieza y mantenimiento de las superficies de acero inoxidable. Esperamos que hayan sido de ayuda nuestros consejos.
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