La limpieza en entornos exigentes requiere el uso de máquinas potentes que garanticen el cumplimiento de las normas de higiene y permitan mantener un ambiente adecuado tanto para visitantes como trabajadores. En este post descubrirás cómo funciona una aspiradora industrial a fin de que te familiarices con su desempeño en beneficio de tu empresa y facilite el proceso de mantenimiento.

¿Qué es una aspiradora industrial?

Estos artefactos están diseñados para ser utilizados en la limpieza de grandes superficies, como por ejemplo las naves industriales, locales, garajes y trasteros industriales. Aquí se acumulan ciertas partículas finas como polvo, aserrín y otros tipos de residuos que son capaces de producir alteraciones en las maquinarias, además de ocasionar cualquier tipo de daño físico a los trabajadores presentes en el lugar.

Tiene la capacidad de realizar una serie de tareas de limpieza técnica asociadas con los ambientes de trabajo, para garantizar una pulcritud duradera en este tipo de espacio laboral.

Importancia de su uso

El uso de las aspiradoras industriales es recomendado y exigido por muchas organizaciones gubernamentales y de salud, precisamente como parte de los planes de protección del personal y ambiente.

Como es bien sabido, las labores dentro de un espacio industrial conllevan la generación de residuos producidos por taladros, amoladoras, sierras, lijadoras, entre otros. Esto es inevitable, pero dichas partículas al estar presentes en el ambiente ocasionan que este tipo de maquinarias de trabajo se desgasten mucho más rápido.

Las aspiradoras convencionales no son aptas para la realización de trabajos de limpieza de gran magnitud, los cuales adicionalmente tienden a llenar rápidamente las bolsas contenedoras de desperdicios, pero esto puede ser evitado mediante la conexión de una aspiradora industrial al puerto de desechos, conservandose por mayor tiempo la limpieza y reduciendo los gastos de mantenimiento.

Funcionamiento de una aspiradora industrial

En general, las aspiradoras industriales son fabricadas en diversas modalidades para cubrir cada una de las situaciones donde sean requeridas; destacándose categorías como comerciales, para uso en ambiente húmedo y seco, de aire comprimido, para aceite y virutas, de recuperación continua de desperdicios y más.

Su funcionamiento está basado en la presencia de un motor que opera un ventilador provisto de aspas en aluminio o plástico, las cuales crean una depresión con suficiente potencia para aspirar todos los desechos o residuos que puedan ingresar en su manguera, misma que se encuentra conectada al cuerpo principal del equipo.

Muchos de los productos sólidos que son aspirados caen a su contenedor simplemente por gravedad, mientras que el resto choca contra un deflector que es parte de su mecanismo y termina siendo igualmente almacenado.

Por otro lado, esta máquina está provista de un filtro de poliéster que retiene el polvo fino, permitiendo que el 95% del aire filtrado pase hasta su motor, dirigiéndose posteriormente al exterior donde infla una bolsa de tela, con lo que se indica que la aspiradora se encuentra en plena actividad.

Esta es, a groso modo, la forma como realiza su trabajo una aspiradora industrial, lo que puede diferir en relación con su modelo, tipo y especificaciones técnicas que en líneas generales son las siguientes:

Potencia y voltaje, que van desde 0,75 kw a 20 kw, también están los modelos monofásicos 220V o trifásicos 380V.
Tipo de depósito extraíble.
Sistema de filtros empleado, bien sea poliéster para retener polvo, mallas metálicas para aceite, hepa para salas blancas y otros.
Modelo de vacuómetro utilizado para indicar la presión de su trabajo.
Diámetro de entrada de su manguera; velocidad máxima de succión y nivel de depresión.
Caja eléctrica que permite el acceso al encendido o apagado del equipo.
Longitud del cable de alimentación a una red eléctrica, usualmente de 5 a 6 metros.
Diseño de fabricación de la aspiradora, bien sea provista de ruedas para permitir su desplazamiento o soportes para ser fijada a otras instalaciones.
Adicionalmente, pueden incluir diferentes tipos de bandejas en las que es posible ordenar accesorios relacionados con las labores de limpieza y mantenimiento de áreas industriales.

Ventajas de las aspiradoras industriales

En resumidas cuentas, estas son algunas de las ventajas de utilizar aspiradoras industriales para grandes superficies, frente al resto de aspiradoras:

Operan por muchas horas sin sobrecalentarse o dañarse

Muchas de estas aspiradoras incorporan una serie de detalles que garantizan su funcionamiento durante horas sin experimentar sobrecalentamiento o daños estructurales, como es el caso del sistema de limpieza de filtro por acción de los impulsos del aire comprimido que es generado por su motor.

Aspiran una mayor cantidad de residuos

Su capacidad de funcionar por horas seguidas sumado a su gran almacenaje permite que pueda aspirar una mayor cantidad de polvo, sin que tenga que ser detenido para realizar de forma manual la limpieza de sus filtros.

Aspiran tanto líquidos como residuos secos

Las aspiradoras industriales cuentan con funciones prácticas, por ejemplo las empleadas en seco y húmedo tienen la capacidad de aspirar líquidos derramados en las áreas de trabajo como cualquier desecho seco.

Aspiran desechos grandes y peligrosos de recoger de forma manual

Las aspiradoras industriales pueden recolectar desechos como vidrios, que pueden ser delicados de recoger en forma manual. Todo esto lo depositan en su tanque interno, desde donde posteriormente son evacuados.

Cuidan la salud de los trabajadores y ayudan a mantener los equipos en condiciones

Tomando en cuenta lo anterior, es evidente que se trata de máquinas fundamentales para conservar y mantener el ambiente de trabajo en perfectas condiciones de limpieza, evitando que los residuos o desechos frecuentes en estas áreas se acumulen, poniendo en riesgo la salud de los trabajadores y deteriorando el resto de los equipos electrónicos.

Ahorro de tiempo y limpieza más efectiva

Cabe destacar que estos artefactos se han hecho tan populares que ya no solo se limitan a ambientes industriales o comerciales, sino que también son empleados por propietarios de inmuebles de grandes dimensiones para realizar el mantenimiento de garajes, patios, piscinas, alfombras, sótanos y mucho más, precisamente por facilitarles este tipo de tareas, con lo que ahorran esfuerzo físico, tiempo y dinero.